URGENTE CONVOCATORIA A LA ORACIÓN


Amados hermanos, ¿qué duda cabe? TENEMOS QUE ORAR ¡COMO NUNCA ANTES!

La oración es un ARMA FUERTE. “¡La oración eficaz del justo PUEDE MUCHO!” (Sant. 5:16).

Y nuestra Argentina aguarda la manifestación gloriosa de las Hijas y los Hijos de Dios (Rom. 8:19). Esa iglesia que es luz y sal en TODAS las esferas sociales, que avanza por la extensión del reino y la transformación del país, debe partir de la base de UNA ORACIÓN PODEROSA, COMPROMETIDA Y UNIDA.

Cuando Jesús estuvo frente a un ciego, le preguntó: “¿Qué quieres que haga por ti?” ¿No lo sabía? Claro que sí. Pero deseaba “escuchar” la necesidad específica. “Por tu FE has sido sanado”, afirmó nuestro Señor Jesucristo previo al milagro (Luc. 18:35-43 DHH). Es decir: ESPECÍFICA Y CON FE. Esa es la oración eficaz, justamente el tenor de oración que hoy necesita nuestra sociedad.

Oremos por la libertad espiritual de nuestra Nación. Que el pueblo se vuelva a Jesucristo, únicamente a través del cual Argentina alcanzará su destino de grandeza. Que caiga la idolatría, para que Jesús sea adorado en espíritu y en verdad. Y para no seguir ofendiendo al Señor de los cielos.


Oremos por nuestros gobernantes. Por sus responsabilidades públicas, por sus familias, por sus circunstancias particulares (Rom. 13). Por el sistema político argentino. Por los dirigentes políticos, empresariales, sindicales y líderes sociales en general. Que los valores del reino de Dios impregnen sus vidas para su felicidad y para el bien común.

Oremos por la economía nacional y regional (Deut. 28:12), por la paz de la ciudad en que vivimos, por las próximas generaciones.
¿Acaso no nos agradaría que la pobreza disminuyera hasta desaparecer? Dios es el que levanta al pobre. Oremos a Dios para que en nuestro país este sentir sea una realidad (Sal. 10:12).


¿Acaso no nos agradaría que la droga y sus efectos nocivos pudieran ser transformados por acciones de bien hacia los que sufren este flagelo (consumidores, familiares, ciudadanos que sufren la violencia de quienes la ejercen sin códigos por efectos de la droga)? Oremos a Dios. “Si el Hijo os libertare…” (Juan 8:36).

¿Acaso no nos agradaría andar por las calles sin esta sensación de muerte, extorsión e inseguridad que nos rodea? El Señor nos desafía a lograrlo. En Jeremías 29:7, claramente se nos instruye a rogar a Dios por la paz de la ciudad. Hermanos y hermanas, entonces OREMOS ESPECÍFICAMENTE POR LA PAZ de nuestras ciudades, contra el espíritu de las adicciones y el mal de aquellos que comercializan la droga, contra la violencia, contra las motivaciones del delito.

¿Acaso no nos agradaría contar con una juventud que se capacita, que trabaja, que piensa en formar una familia, etc.? Oremos por los jóvenes, los niños, los adolescentes, las familias, los padres, las madres, la educación… OREMOS SIN CESAR (1 Tes. 1:2; 5:17; Hech. 12:5, 2 Tim. 1:3; Rom. 1:9).

Muchos nos piden volver a las concentraciones en el Obelisco, pero entendemos que una futura concentración masiva de oración como aquellas, debe ser fruto del ORAR DIARIO PERSONAL, FAMILIAR y ECLESIAL, y no un estímulo para comenzar a orar.

Desde ACIERA llamamos a este esfuerzo de oración. Cada creyente, cada pastor, cada congregación sabrá cuál es el mejor modo: en las casas, en los templos, en los espacios públicos, unidos, como mejor sea. PERO OREMOS COMO NUNCA ANTES LO HICIMOS.

Al momento se halla en proceso de elaboración con todo el país un documento de COMPROMISO NACIONAL DE ACCIÓN UNIDA de las Iglesias Evangélicas de la República Argentina a favor de la Nación. Pronto se compartirá con todos los creyentes, de modo de avanzar en el proceso de “organizarnos para el bien”.

Mientras tanto, hagamos uso de este poderoso instrumento de transformación de las vidas, las instituciones y las sociedades QUE ES LA ORACIÓN. Jesús lo dijo: DEBEMOS ORAR SIEMPRE (Luc. 18:1).

Porque, amados, no alcanza con tener organizaciones de oración, sino que hay que orar. Que vos, puedas responder delante de Dios qué tiempo estás invirtiendo en orar por tu país. Con declamarlo no alcanza. HAY QUE HACERLO. TENEMOS QUE ORAR ESPECÍFICAMENTE.

Por eso comenzamos una serie de motivos de oración en forma de guía para que todos los temas queden cubiertos por la iglesia del Señor y podamos ver el efecto de nuestra oración unida en nuestra nación.

Deseamos que se pueda decir de la IGLESIA en la ARGENTINA: “… Se han hallado en ti buenas cosas, por cuanto has quitado de la tierra las imágenes de Asera, y has dispuesto tu corazón para buscar a Dios” (2 Crón. 19:3).

¡Manos y RODILLAS a la obra! ¡¡¡El Señor está con nosotros!!! (Mat. 28:20).



CONSEJO DIRECTIVO DE ACIERA