ACIERA NOS COMPARTE ESTE MENSAJE...
...porque cree que es muy pertinente para el año que comenzamos.

Se está haciendo un llamado profundo a la ORACIÓN por el PAÍS. Los acontecimientos que estamos viviendo más las características de un año eleccionario, son motivos más que suficientes para interceder específicamente por nuestra nación. Más que nunca debemos ejercitar FE, y una FE activa, que se muestre por nuestro proceder. Y nada será sin sufrimiento, porque el Señor nos lo anticipó y porque sabemos que nos lleva con más premura a buscar el rostro de Dios.


REGALOS

Si no fuera por Mateo (1) nunca nos hubiéramos enterado de esta bella historia. Es muy conocida; unos magos de Oriente vinieron a adorar al recién nacido Mesías y vinieron por revelación de Dios. Lo interesante es que no llegaron con las manos vacías, le trajeron presentes “abriendo sus tesoros le ofrecieron ORO, INCIENSO Y MIRRA”. Luego desaparecieron. Hasta aquí lo que sabemos, que no es poca cosa pues a partir de allí se institucionalizó en todo el mundo la tradición de los reyes magos.


¿Qué significaban esos regalos? Es obvio que tenían un simbolismo espiritual. No olvidemos que ese niño era Dios mismo, pero Dios sin sus atributos (2), por lo tanto era un ser humano absolutamente vulnerable y limitado. Igual que nosotros.


El primer regalo era ORO.

El oro representa la divinidad, en el Tabernáculo era el material con que se recubrió el Arca del Pacto entre otras cosas en el Lugar Santísimo. Pedro lo compara con la Fe (3). El metal precioso es moneda para comprar todo lo posible, fe es moneda para comprar lo imposible, de ahí su similitud. Fe ES por el oír y el oír por la Palabra de Dios, Fe es un Don, un regalo de Dios (4), es concedido a todos los seres humanos una medida de Fe, pero también es fruto (5). Por lo tanto sufre un proceso, a menos que se lo aborte, de crecimiento y maduración. No es lo mismo al principio que al pasar los años. El escritor de Hebreos nos ilustra acerca de este devenir, nos dice que debemos dejar esta fe primitiva (6) y seguir adelante, hasta la perfección (7). Es como dejar el primer grado para pasar al segundo y así sucesivamente. Es evidente por lo expuesto que hay una maravillosa fe para creer y recibir (8), y esa misma fe es más maravillosa aún cuando avanza y da (9). Estos dos versículos nos instruyen sencillamente acerca de nuestra medida de crecimiento espiritual. Dos caminos para alcanzar promesas, Pidiendo (niños) Dando (adultos). Concluyo con el proceso de la fe: oír, entender, creer, ACTUAR (10) –parafraseando a Santiago “muéstrame TUS obras y yo veré tu fe” Jesús oyó a Dios y se ncillamente, actuó; ese fue el secreto de su vida.


El segundo regalo: INCIENSO


Con esta plantita aromática se simboliza la oración (11). La oración también es un renovado regalo de Dios. Pero no la oración que nos dicta la necesidad, ni siquiera las circunstancias. Esta oración ya la conocían los discípulos, por eso pidieron a Jesús “enséñanos a orar” (12) y él les dicto la oración “les dijo, cuando oren digan“ (13) La oración del incienso es la que corresponde al altar del incienso, el altar que está en el Lugar Santo. Es la oración por Dios y para Dios. Es el lugar donde no hay pecado, por tanto no está influenciado por él. No tiene que ver con los hombres y con sus necesidades, para eso está el otro altar, el de bronce en el atrio. El lugar Santo está influenciado por la luz de la Palabra , el candelero, para entenderla y por la mesa de los panes de la proposición, para comerla. Una cosa es entender y otra es conocer. Muchos llegan a entender, pocos conocen. Conocer es intimidad con fruto. Adán conoció a Eva y engendraron un hijo. Conocer la Palabra es unirse a ella y dar como fruto una nueva vida. Esa vida es la que puede hablar con Dios, porque puede escuchar a Dios. Así como hay sordomudos naturales hay muchos sordomudos espirituales y al igual que aquellos lo son porque sencillamente nunca oyeron. El hombre natural habla, el hombre espiritual oye. Feuerbach dice respecto a la oración “El hombre se hace ateo cuando llega a ser mejor que el Dios a quien sirve” La oración pagana engendra muchos ateos. Si tú eres el que llamas a Dios, el que informas a Dios, el que convences a Dios, el que mejoras a Dios ¿te has dado cuenta de que eres un ateo? “ y añade Louis Evely (14) “nuestras oraciones están en imperativo. Tanto si suplican, como si ordenan, nos inducen siempre a creer que es preciso que Dios cambie, que Dios es el mayor obstáculo que hay que vencer para que la tierra se convierta en un paraíso” Para pensar....


“¿No han podido velar conmigo una hora?” (Mat. 26:40) le dijo Jesús a sus discípulos en Getsemaní. “El cielo hizo silencio como por media hora” (Apo 8:1) Está claro!! Debes oír una hora para que el cielo te oiga a ti solamente la mitad de ese tiempo. Y en el período que se te concede para hablar debes hacerlo de acuerdo a lo que te digan “Vino un ángel con mucha oración para añadir a la oración de los santos” paráfrasis (15). La oración es débil en su concepción pero fuerte en su alumbramiento, sube lentamente como humo, pero baja con la fuerza de un terremoto, con el estruendo de un trueno o con la luminosidad de un relámpago (16).

Orar es oír!!!


Por último le entregaron MIRRA


Mirra es dolor, sufrimiento. Es la esencia del amor “es sufrido, todo lo sufre” (17). “mi amado es para mí un manojito de mirra sobre mi pecho” (18). Antes del gozo el verdadero amor transita este camino. No sufre por sí mismo, sino sufre por quienes ama. Jesús era “varón de dolores, experimentado en quebrantos” (19).


La iglesia debe tomar este ejemplo de Jesús. Contestando la pregunta retórica que hace Salomón “quién es esta que sube del desierto sahumada de mirra y de incienso” (20) y añade “Hasta que apunte el día y huyan las sombras, Me iré al monte de la mirra, y al collado del incienso” (21). De manera sabia, une oración con dolor. Muestra que el dolor de este mundo es una gigantesca montaña y en oposición a ese dolor solo se encuentra una pequeña colina de oración. Lo hemos comprobado no solo por las escrituras, sino también en la práctica. En la iglesia son pocos los que oran, los que se compadecen del dolor ajeno.


La oración tiene dos entradas, la fe, o sea la obediencia al mandamiento de Dios en humildad para ser instruido y pedir de acuerdo al Espíritu (22) y la Palabra (23): ó el dolor. A quién obedezcas, ese será tu Dios!!


Por loable que parezcan, las circunstancias son una impostura. No las debemos escuchar sin antes escuchar a Dios. Es Dios quién nos envía al dolor por medio de la fe.

Jesús recibió fe, oración y dolor, puestos en ese orden son dinamita!!!

Son la dinamita que este mundo necesita para ser transformado y por su gracia nos la concede a nosotros.

Tomémosla en humildad y con gratitud. ¡El Señor multiplique sus virtudes en tu vida!




REFERENCIAS:


1 – Mateo 2:11; 2 – Filipenses 2:5-7; 3 – 1 Pedro 1:7; 4 – Efesios 2:8; 5 – Gálatas 5:22; 6 – Hebreos 6:1; 7 – Hebreos 6:12; 8 – Mateo 7; 9 – Lucas 6:38; 10- Santiago 2:18; 11- Apocalipsis 5:8; 12- Lucas 11:1; 13- Lucas 11:2; 14- Louis Evely “La oración del hombre moderno” pág 14 y 15; 15- Apocalipsis 8:3; 16- Apocalipsis 8:4-5; 17- 1 Corintios 13; 18- Cantares 1:13; 19: Isaías 53:3; 20- Cantares 3:6; 21- Cantares 4:6; 22-- Romanos 8:26; 23- Romanos 8:34.


Pr. Luis Meneghelli
Consejo Directivo