¡¡PARA EMOCIONARSE HASTA LAS LAGRIMAS!! 


Aleluya, es una de las maravillas del mundo. Fué compuesta por el Gran George Frideric (así deletraba su segundo nombre) Haendel.

Es una parte de su Oratorio El Mesias. En Agosto de 1741, compuso toda la obra completa. ¡¡Se encerró en su cuarto y en 23 dias la terminó !!

Se sintió hondamente conmovido. Es sabido que era protestante y que se formó espiritualmente, en Alemania, en su solida y austera religion.

En determinado instante, despues de componer el coro de Aleluya, llamó a su sirviente con los ojos empapados de lagrimas y le dijo "Crei haber visto los cielos ante mi, y al mismisimo Gran Dios".
Su vida estaba imbuida de un hondo sentimiento religioso. 

Es tal el impacto que produjo y produce el Aleluya que cuando se estrenó en 1742, el Rey Jorge II, conmovido por la interpretacion del Aleluya, se puso de pie mientras la ejecutaban, (costumbre que persistió en el mundo cada vez que se toca).

La soprano era Arne Cibber, de la cual el mismisimo Rey dijo "Ensombreceria a un Rey" y el Dr. Delany, pastor, exclamó "¡ Mujer ! Por esto séante perdonados todos tus pecados".

No fué compuesto para Navidad, ni para Pascua. Pero en ambas festividades deberia oirse.

SORPRESA EN UN CENTRO COMERCIAL DE CANADÁ EN NIÁGARA

En un centro comercial en Niágara, donde varias personas .tomando algo en un día de compras.
De repente, una chica entre la multitud, que parecía estar hablando por teléfono, comienza a cantar el “Aleluya” ante los sorprendidos comensales. Acto seguido, otro chico se levanta y le sigue el ritmo a la canción y luego otro y otro...

 La multitud allí congregada no podía creer lo que veía y oía que estaba pasando. En un principio se quedaron con la boca abierta; más, poco a poco fueron reaccionando y sacaron las cámaras de sus móviles para inmortalizar el momento.

Ahí no acabó la cosa; en menos que nada se les unieron más personas. Resulta que 80 miembros del coro de Niágara de Canadá se habían mezclado discretamente entre la gente del área de comidas, para entonar la alabanza a la manera de la música clásica. Tremenda bendición para los ahí presentes.
 
Lo que parecía un acto espontáneo fue algo que tardó semanas en prepararse. Había que tenerlo todo planeado hasta el último detalle. No podían informarle a nadie en el centro comercial hasta el último momento para que la sorpresa fuese completa. Una pianista que estaba "infiltrada" como encargada de tocar villancicos en el centro comercial fue la que se encargó de dar la señal de salida tocando las primeras notas del “Aleluya”.

 “Aleluya” es la palabra que más agrada al Señor. Aleluya: adaptación de la expresión hebrea hallet-lu-Yáh, que significa «¡Alaben a Dios! ¡Gloria al Señor!» y tiene la misma pronunciación en todos los
idiomas del mundo. Es la alabaza más antigua y la más universal.