¡ÉL VIVE!  ¡HA RESUCITADO!


“Y muy de mañana, el primer dia de la semana, vinieron al sepulcro, a la salida del sol”
Marcos 16:2

Marcos nos dice: “Vinieron al sepulcro a la salida del sol”. Este grupito de seguidores suyos dias antes habian caminado junto con la multitud que vilipendiaba a Jesus y se burlaban de El  mientras caminaban hacia el lugar llamado de la Calavera.


Pocas horas antes habian sido testigos de cómo los enemigos del Señor clavaban su precioso cuerpo a un viejo madero en forma de cruz, y le habian visto morir en aquel cerro solitario y gris que quedaba en las afueras de Jerusalen. ¡Cuan doloridos se sentian! ¡Cuan abatidos estaban! La luz se habia disipado repentinamente y la esperanza se habia chasqueado en un abrir y cerrar de ojos. Cuando desaparece la esperanza, la ultima esperanza, invariablemente aparece la desesperación total.

¿Acaso no habia dicho que resucitaria? ¿No le habia dicho a Maria y Marta: “Yo soy la resurrección y la vida”? ¿No habia resucitado a Lazaro despues de cuatro dias de muerto? Con que facilidad olvidamos sus palabras preciosas cuando estamos sumidos en profundas tinieblas, faltos de fe y no podemos ver la mano del Señor, ni discernir su presencia. Nos olvidamos de que “en la noche oscura, cuando no llega luz desde afuera, es cuando la fe debe resplandecer”.

A los discipulos agobiados y confundidos, les aguardaba una sorpresa maravillosa. Fueron recibidos por angeles que les tenian un anuncio.hecho exclusivamente: “No esta aquí, ha resucitado como dijo”.Esto les produjo un gran reposo. Habia sido un murmullo de paz, ¡dulce paz! Su amarga noche de lloro se transformaba en una mañana de gozo.


Quien no ha experimentado el dolor agudo no puede experimentar la gloria mas excelsa.

¡Que alegria! ¡Que clamor triunfal saludó a la mañana de aquella primera pascua!.

 Era la mañana de todos los tiempos.

Era el triunfo de Cristo sobre satanas.

Su triunfo cubre todo el pasado y llega hasta nosotros en este mismo momento.


¡Nosotros triunfamos en la victoria de su resurrección!

¡Satanas es ahora un enemigo derrotado para siempre!

Fuente: Manantiales en el Desierto II

Cristo venció a la muerte por medio de su resurrección. Ahora Cristo vive para siempre y reina a la diestra del Padre.