COMPARTIENDO SU PALABRA...DIA 30


Salmo 119:11


"En mi corazón he guardado
 tus dichos, para no pecar contra tí"


Según un predicador escocés, guardar la palabra en el corazón
 es meter una cosa buena en un buen lugar
 para un buen fin.
Muchos tienen la Bilbia en la cabeza, o en el bolsillo.
Lo que necestian es tenerla en el corazón.
D.L. Moody
 


"La ley de su Dios está en su corazón; por tanto, sus pies no resbalarán". Salmos 37:31.
 
Poned la ley en el corazón del hombre, y éste siempre caminará bien.
Ahí es donde debe estar escrita, porque entonces será como las tablas de piedra del arca, ocupando el lugar que se le ha señalado.
En la cabeza, confunde; sobre las espaldas abruman, y en el corazón sostiene.
¡Qué expresión tan atinada es ésta: ¡"la ley de su Dios"!
Cuando conocemos al Señor como nuestro Dios, su ley significa libertad para nosotros. Él hará lo que es recto y por tanto, obrará con prudencia.
Las buenas acciones son siempre las más prudentes, aunque por el momento no lo parezca.
Vamos caminando por el sendero de la providencia y gracia de Dios cuando perseveramos en la guarda de sus mandamientos.
La Palabra de Dios a nadie ha engañado todavía.
Su dirección es clara: nos enseña a caminar con humildad, justicia, amor y temor de Dios.
No sólo son consejos llenos de sabiduría para que nuestro camino prospere, sino también reglas de santidad para que nuestros vestidos no se contaminen.
Anda seguramente quien anda rectamente.
Hoy me aseguraré que la ley de Dios esté enraizada en mi corazón.
Señor, abro mi corazón con todo amor, para que tu palabra sea la Ley permanente que me gobierne totalmente. Amén.

Charles Spurgeon


 Al finalizar  el mes de la Biblia, es nuestro deseo que el versículo compartido cada día haya sido de bendición para su vida, exhortándole que no solo en éste mes, sino todos los días del año, la Palabra de Dios sea su guía, su alimento y su consuelo. "Léela para ser sabio. Créela para ser salvo. Practíquala para ser santo".